Solidaridad con Thorndike a quien quieren ver en prision
En un claro ejemplo de las maniobras calculadas de ciertos grupos de poder, la Fiscalía ha iniciado una investigación preliminar en contra de los periodistas Carlos Paredes y, de manera particular, contra Augusto Thorndike, director y conductor del programa ‘ContraCorriente’ de Willax Televisión.
Este movimiento responde a la divulgación de información sobre las millonarias donaciones que ha recibido el Instituto de Defensa Legal (IDL), una organización de izquierda que, según se ha demostrado, se beneficia de la cooperación internacional.
Este episodio no es más que una nueva arremetida en la táctica recurrente del IDL, una ONG que ha utilizado su influencia para coaccionar al sistema de justicia y desviar la atención de sus propios actos cuestionables.
En esta ocasión, el objetivo de la organización es silenciar a aquellos que han osado demandar transparencia, valiéndose del poder del Ministerio Público para abrir una investigación contra Paredes y Thorndike.
El Quinto Despacho de la Fiscalía Penal de Miraflores, siguiendo esta línea, ha comenzado a indagar sobre el presunto “delito de violación de correspondencia”, citando al abogado Glatzer Tuesta, representante del IDL, para que ratifique su denuncia el próximo 23 de agosto.
Lo que resulta más revelador de esta situación es la naturaleza de la acusación: a los periodistas se les imputa la presunta comisión del delito de violación de correspondencia en perjuicio del IDL, todo por la difusión de información que, a juicio de la ONG, debía mantenerse en secreto.
Sin embargo, Augusto Thorndike y Carlos Paredes han sostenido que los documentos en cuestión les fueron entregados en un sobre cerrado, el cual contenía los estados de cuenta bancarios del IDL.
Estos documentos, lejos de ser de interés meramente privado, revelaban movimientos financieros vinculados a donaciones de George Soros, las cuales tienen un impacto directo en la política nacional.
La respuesta de Carlos Paredes en redes sociales fue contundente. Señaló que la indignación de Carlos Rivera, abogado del IDL, surgió porque alguien de la misma organización envió el sobre con los estados de siete cuentas bancarias –cuatro en soles, dos en dólares y una en euros– al programa periodístico.
«Los mostramos porque el dinero de Soros, que ellos reciben, tiene impacto en el país. ¡Pérdida de tiempo!», exclamó Paredes, subrayando la importancia de la transparencia en la gestión de recursos que, en última instancia, afectan la vida pública.
Es preciso recordar que Carlos Rivera no es ajeno a las controversias. Este abogado, quien ahora celebra el ataque legal contra Paredes y Thorndike, fue suspendido en su propia organización, el IDL, por intentar invalidar el testimonio de una niña en un caso de violación. Este antecedente subraya las prácticas cuestionables de una ONG que ha hecho del amedrentamiento su modus operandi, utilizando el sistema de justicia como una herramienta para intimidar a quienes se atreven a cuestionar sus privilegios.
A lo largo de los años, el IDL ha buscado desacreditar a funcionarios y voces críticas, presentándose como un medio de comunicación que persigue la verdad, cuando en realidad su agenda política y su influencia en la justicia se han convertido en un obstáculo para quienes buscan exponer sus intereses oscuros.
Abren investigacion contra el periodista Thorndike por desesmacarar a la ONG IDL
En este contexto, el ataque contra Augusto Thorndike y Carlos Paredes no es más que una argucia caviar, un intento desesperado de desviar la atención de los cuestionables manejos financieros de la organización. Lejos de amedrentarse, estos periodistas han dejado claro que su compromiso con la verdad y la transparencia sigue siendo inquebrantable.