Solidaridad con Carloncho tras bestialidad de Maicelo
En el ámbito de la televisión y el entretenimiento, los desacuerdos entre figuras públicas son habituales, y en muchas ocasiones se manifiestan de manera civilizada y respetuosa.
Sin embargo, lo ocurrido entre el boxeador Jonathan Maicelo y el conductor de televisión Carloncho en una reciente emisión del programa de YouTube “Sin lenguas en los pelos” dejó un lamentable ejemplo de intolerancia y falta de respeto, que no solo afectó a su interlocutor, sino también a la producción del programa y, en última instancia, a los seguidores que asistieron a un episodio bochornoso.
El conflicto se inició cuando Carloncho, ex pareja de Rosángela Espinoza, expresó su opinión sobre el evento Celebrity Combat, donde Maicelo y el también peleador «La Pantera» Zegarra fueron protagonistas.
En sus palabras, el presentador comentó que la rivalidad vista en el ring entre estos personajes parecía “armani” (un término que sugiere que la pelea estuvo arreglada o fue “para la cámara”). Esta apreciación desató la furia de Maicelo, conocido en el ámbito del deporte como “El Rocky de los Barracones”, quien respondió con una serie de improperios y ataques personales, en los que claramente no se contuvo.
Maicelo, en lugar de refutar el comentario de manera constructiva o profesional, optó por insultar con frases como: La firme me llegas al chompi..”, “eres un viejo cab….”, “no te voy a hacer nada a ti porque eres un pobre triste y payaso, “te voy a explicar con manzanitas”, expresó Jonathan Maicelo….”, además de referirse a Carloncho de forma despectiva y subestimando su trabajo y trayectoria. La agresividad de sus palabras no solo mostró un comportamiento inapropiado, sino que además dio señales de una falta de tolerancia que va en contra de los valores de convivencia y respeto que se espera de figuras públicas.
A pesar de la magnitud de las ofensas, Carloncho optó por una reacción que, sin duda, mostró madurez. Decidió guardar silencio en el momento, evitando responder en el mismo tono agresivo, una postura que denota una gran capacidad de autocontrol.
A través de esta actitud, Carloncho transmitió el mensaje de que la mejor respuesta ante una provocación es la calma, evitando caer en el juego de quien busca conflictos en lugar de diálogos constructivos.
Carloncho pidió disculpas al publico
Posteriormente, y en un acto de responsabilidad profesional, Carloncho se dirigió a sus seguidores y al equipo del programa para ofrecer disculpas por el bochornoso incidente.
Reconoció que, aunque su comentario podría haber molestado a Maicelo, las agresiones verbales en un espacio de entretenimiento no son la manera correcta de expresarse. Expresó que en el mundo del entretenimiento y las redes sociales es común observar una brutalidad verbal en búsqueda de visualizaciones, una dinámica que él, según sus propias palabras, no comparte ni respalda.
Además, resaltó la importancia de diferenciar el “ser de barrio” del “ser irrespetuoso”, subrayando que la verdadera autenticidad no se refleja en ofensas ni en comportamientos maleducados.
Resulta lamentable que la producción del programa también fuera blanco de los desahogos de Maicelo, quien reaccionó de forma ofensiva ante una broma hecha por el equipo detrás de cámaras. Sus palabras, “No soy huev… de nadie”, dirigidas al personal, ponen en evidencia un comportamiento intolerante y hostil que vulnera los principios de trabajo en equipo y de respeto hacia el esfuerzo de todos los que participan en la creación de contenido.
Esta desafortunada situación debe recordarnos la importancia de preservar el respeto y la cordialidad en todos los espacios de interacción pública. Carloncho, a pesar de haber sido víctima de esta agresión verbal, respondió con dignidad y respeto, una actitud que debe destacarse y valorarse en un contexto donde, en muchas ocasiones, se prioriza la confrontación.
solidaridad con carloncho pic.twitter.com/GT25OO5AQ9
— sin mermeladas (@sinMermeladaspe) October 31, 2024
Nos solidarizamos con Carloncho y su equipo por haber sido blanco de un ataque verbal agresivo y deleznable, que vulneró las bases de respeto en cualquier tipo de conversación pública.