Se acabo todo para Beto Ortiz y en su mejor momento
La cacería ha comenzado. El reconocido periodista y conductor del exitoso programa El Valor de la Verdad, Beto Ortiz, podría ser detenido en cualquier momento. Así lo ha denunciado su abogada, Tatiana Bardales, quien ha alertado sobre la inminente captura del comunicador como parte de una investigación plagada de irregularidades. ¿Estamos frente a un caso más de venganza política disfrazada de justicia?
Una detención anunciada: la advertencia de la defensa
Bardales ha sido tajante en su denuncia: la Fiscalía de la Nación estaría preparando la detención de Ortiz por presunta organización criminal, tráfico ilegal de datos personales y revelación indebida de identidad. Con información que proviene de fuentes fidedignas, la letrada advirtió que este proceso tiene todas las características de una «persecución política» para acallar una voz crítica.
«Tengo la información de fuentes fidedignas y me lo acaban de decir: quieren detener a Beto Ortiz, y por esa razón estoy aquí», declaró la abogada con firmeza.
Pero eso no es todo. Bardales también ha denunciado el trato desigual que la Fiscalía está otorgando a este caso en comparación con otras investigaciones impulsadas por el empresario y colaborador eficaz, Zamir Villaverde.
«Si el denunciante es Zamir Villaverde, todo avanza con rapidez. Ya quisieran los peruanos tener ese privilegio«, señaló con indignación. Y no le falta razón: mientras que otras denuncias enfrentan trabas y demoras, en este caso se ha puesto en marcha una maquinaria implacable contra Ortiz.
Beto Ortiz responde: «Esto es un mamarracho jurídico»
Fiel a su estilo, Beto Ortiz no se ha quedado callado. En una declaración pública, el periodista denunció que lo que está ocurriendo no es más que un «operativo político» y un «mamarracho jurídico» impulsado por Villaverde y ejecutado por la Fiscalía con un claro objetivo: silenciar la prensa crítica.
Además, Ortiz ha alertado sobre la posibilidad de que se allane su domicilio en las próximas horas, una acción que, según él, se enmarca en un «patrón recurrente» de persecución contra quienes se atreven a cuestionar al poder.
«Un fiscal probo y objetivo no podría haber abierto una investigación que en sus páginas contiene prácticamente el Código Penal», disparó Ortiz, dejando en evidencia la fragilidad de las acusaciones en su contra.
¿Justicia o venganza? El rol de Zamir Villaverde
El caso ha despertado todo tipo de sospechas, especialmente por la figura de Zamir Villaverde, un personaje con un historial delictivo que ahora parece tener la capacidad de manejar a la Fiscalía a su antojo. Ortiz no dudó en cuestionar su papel en este proceso y señaló que es absurdo pensar que los programas opositores al gobierno podrían formar parte de una «organización criminal».
«Nadie en su sano juicio podría pensar que programas opositores al régimen podrían ser parte de una organización criminal», recalcó Ortiz con indignación.
La formalización de la investigación establece 120 días de diligencias preliminares, un periodo que podría ser utilizado para fabricar pruebas, allanar viviendas y ejercer una presión mediática sin precedentes. La pregunta es clara: ¿se busca justicia o simplemente se quiere callar una voz incómoda para el poder?
Una persecución con nombre y apellido
Este caso ha encendido las alarmas en el periodismo peruano. Si se confirma la detención de Beto Ortiz, quedará en evidencia que la libertad de expresión en el país está bajo asedio. No sería la primera vez que un comunicador crítico es puesto en la mira de la justicia en un intento desesperado por callar las denuncias contra quienes hoy ostentan el poder.
Lo cierto es que la Fiscalía está actuando con una celeridad inusual y bajo presiones sospechosas. ¿Estamos ante un intento de venganza política? ¿Se estaría usando el aparato judicial como un arma de represalia?
Las próximas horas serán clave para determinar si Beto Ortiz se convertirá en el próximo periodista crítico en caer en las garras de una justicia cada vez más politizada. El reloj está corriendo y el país entero está a la expectativa.
