Mira que dijo beto de su ex amigo de willax Thorndike
¡Increíble pero cierto! El polémico periodista Beto Ortiz ha lanzado una bomba mediática que ha dejado a todos boquiabiertos. En una reciente entrevista con Carla García en su podcast de YouTube, Ortiz no se contuvo y arremetió ferozmente contra su antiguo amigo y colega, Augusto Thorndike, actual Director General de Noticias de Willax TV. Las declaraciones de Ortiz han sacudido los cimientos del canal y han encendido una controversia sin precedentes en el mundo periodístico peruano.
Con su característico estilo mordaz, Beto Ortiz comparó a Thorndike con un terrorista, afirmando que «cobra por dinamitar el canal». Estas palabras incendiarias no solo cuestionan la competencia profesional de Thorndike, sino que también sugieren una intención deliberada de destruir desde dentro la estructura de Willax TV. Ortiz se mostró incrédulo ante el hecho de que alguien pueda recibir un salario por, según él, desmantelar una empresa mediática. «Es como si al terrorista que le puso el coche bomba a Latina le hubieran pagado», exclamó, dejando claro su desprecio por la gestión de su excompañero.
Pero las acusaciones no terminaron ahí. Ortiz reveló detalles sorprendentes sobre cómo Thorndike llegó a ocupar su posición actual en Willax TV. Según su relato, tras la salida de Thorndike de América TV, fue el propio Ortiz quien intercedió para que este fuera aceptado en Willax. «Yo lo presenté, yo lo llevé a almorzar al restaurante Asakusa. Se sentó con Alberto Moreno y le dieron este programa absolutamente mediocre», narró Ortiz, refiriéndose al programa «Contracorriente», el cual, según él, pasó desapercibido por la audiencia. Estas declaraciones sugieren una traición por parte de Thorndike hacia quien alguna vez fue su mentor y aliado.
La indignación de Ortiz también se dirigió hacia la cúpula directiva de Willax TV. Cuestionó cómo es posible que Thorndike haya ascendido al puesto de editor general, insinuando que su nombramiento carece de méritos profesionales. «¿Qué cosa hizo para meterse al bolsillo a los dueños del canal?», se preguntó retóricamente, dejando en el aire sospechas sobre las verdaderas razones detrás de este ascenso. Estas insinuaciones ponen en tela de juicio la transparencia y objetividad en las decisiones administrativas del canal.
La controversia se intensifica al considerar el estado actual de Willax TV. Ortiz no dudó en calificar al canal como «clandestino» y señaló que, bajo la dirección de Thorndike, la estación ha perdido a sus principales figuras y ha visto una disminución significativa en su audiencia. «Mira el rating de su programa, ninguno llega a un punto», afirmó, subrayando el aparente declive en la popularidad y relevancia del canal. Estas críticas sugieren una gestión ineficaz y una posible crisis interna que podría estar afectando la credibilidad y sostenibilidad de Willax TV.
Estas explosivas declaraciones han generado un torbellino de reacciones en el ámbito mediático y entre el público en general. Mientras algunos respaldan las palabras de Ortiz, considerando que arrojan luz sobre problemas internos del canal, otros defienden a Thorndike y critican a Ortiz por ventilar asuntos personales en público. Lo cierto es que esta disputa ha puesto en el ojo del huracán a Willax TV y ha abierto un debate sobre la ética y profesionalismo en el periodismo peruano. La audiencia espera con expectación las respuestas de los involucrados y cómo esta polémica afectará el futuro de la televisora.
En medio de este escándalo, surgen preguntas inquietantes: ¿Qué motivó a Beto Ortiz a hacer públicas estas acusaciones en este momento? ¿Cuál será la respuesta de Augusto Thorndike y de la directiva de Willax TV ante estas graves imputaciones? Y, lo más importante, ¿cómo impactará esta controversia en la confianza del público hacia los medios de comunicación? Sin duda, este episodio marca un antes y un después en la relación entre estos dos destacados periodistas y en la percepción pública de la integridad en el periodismo nacional.