Mira la durima noticia que recibio Agustin Lozano
¡Se acabó la impunidad! El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, enfrenta el golpe más duro de su carrera y, posiblemente, de su vida. El Ministerio Público, decidido a poner fin a la era de corrupción y caos que Lozano instauró en el fútbol nacional, ha solicitado al Poder Judicial imponerle una prisión preventiva de nada menos que 36 meses.
Este severo castigo es parte de la investigación que lo vincula con la organización criminal conocida como “Los Galácticos del Fútbol”, un esquema de corrupción que habría saqueado y destrozado los cimientos del balompié peruano.
¿El fin de un imperio corrupto?
La madrugada del pasado 7 de noviembre será recordada como un día histórico para la justicia en el deporte nacional. Lozano fue detenido preliminarmente junto a otros tres presuntos cómplices: Sabrina Martín Zamalloa, secretaria de la FPF; Humberto Miñán Almanza, presidente de la Liga de Tumbes; y José Carlos Isla Montaño, todos ellos acusados de participar en una red criminal que, según la Fiscalía, utilizaba la estructura de la FPF para lavar dinero, coaccionar y enriquecerse ilícitamente.
El coordinador de las Fiscalías Especializadas contra la Criminalidad Organizada, Jorge Chávez Cotrina, detalló que la solicitud de prisión preventiva fue presentada en horas de la madrugada, dejando claro el nivel de urgencia para evitar que Lozano y sus aliados obstruyan la investigación.
Un golpe a las arcas del fútbol peruano
El esquema corrupto no se limitó a pequeños desfalcos. De acuerdo con las investigaciones, Lozano habría recibido más de 2.5 millones de soles entre 2019 y 2023 en concepto de remuneraciones. Este exorbitante monto, según la Fiscalía, creció mes a mes gracias al control administrativo absoluto que ejercía sobre la FPF, facilitándole ajustes salariales sospechosamente elevados.
Mientras algunos implicados, como Joel Raffo, presidente de Sporting Cristal, y Jean Marcel Robilliard, exsecretario general de la FPF, fueron liberados para ser investigados en libertad, la situación de Lozano es mucho más grave. Su rol como cabecilla de esta presunta organización criminal lo coloca en el ojo de la tormenta.
La caída del dictador del fútbol
Lozano, quien alguna vez se creyó intocable, ahora enfrenta la posibilidad de perder no solo su puesto, sino también su libertad. Con delitos que incluyen lavado de activos, coacción y corrupción, la Fiscalía está decidida a demostrar que este dirigente no solo robó dinero, sino también los sueños y esperanzas de millones de peruanos que anhelaban ver un fútbol limpio y competitivo.
¿Un castigo ejemplar?
Si el Poder Judicial acepta la solicitud de 36 meses de prisión preventiva, Lozano podría pasar los próximos años tras las rejas mientras avanza el proceso. Este castigo marcaría un precedente en la lucha contra la corrupción en el deporte, enviando un mensaje claro: el fútbol peruano no será más un terreno fértil para la impunidad.
Es el comienzo de una nueva era para el fútbol nacional, una donde los corruptos pagan por sus crímenes y los verdaderos amantes del deporte recuperan la esperanza. Agustín Lozano, el hombre que destruyó el fútbol peruano, está a punto de enfrentar el juicio de la historia.
