Mira el mayor logro de Fujmori y que hoy el Peru se lo agredece

El rol de Alberto Fujimori en el ingreso de Perú al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) ha sido destacado recientemente por su hija, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien, a través de una publicación en la red social X (anteriormente Twitter), recordó los esfuerzos incansables de su padre para lograr este objetivo.

Su trabajo fue decisivo para abrir una puerta que consolidaría a Perú en el escenario económico internacional, permitiendo que el país participara en un foro donde 21 economías globales debaten, colaboran y buscan el crecimiento y desarrollo de la región.

Keiko Fujimori explicó que el deseo de integrar a Perú al APEC surgió en 1992, durante una visita de su padre a Japón, cuando sostuvo una conversación con el primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto. En esa reunión inicial, el entonces presidente peruano expuso la visión de un Perú más integrado a las economías del Asia-Pacífico, algo que en aquel momento parecía una meta ambiciosa, especialmente en un contexto en el que Perú enfrentaba grandes desafíos internos, como el conflicto con grupos insurgentes y una economía inestable.

“El ingreso del Perú al APEC fue un sueño que tuvo mi padre desde el inicio de su gobierno. Con la perseverancia que lo caracterizó, logró que nuestro país se convirtiera en miembro pleno de este importante foro económico mundial en 1998”, escribió Keiko Fujimori

A pesar de las condiciones adversas, Fujimori persistió en su objetivo y continuó impulsando esta iniciativa, enfrentando los desafíos y las negativas iniciales con constancia.

Según el propio relato de Alberto Fujimori, compartido por su hija, su tenacidad fue clave para que Perú pudiera obtener el apoyo necesario para ingresar al foro. Durante años, Fujimori insistió en cada oportunidad diplomática, consciente de que este paso ayudaría a estabilizar y proyectar a Perú en la arena internacional.

“Me atreví a tocar el tema del ingreso  peruano al APEC. Estaba preparado para recibir una respuesta negativa… y así pasaron dos, tres, cuatro años, insistiendo, dale que dale”, relató Fujimori en el texto, haciendo énfasis en la constancia con la que buscó abrirle a Perú la puerta de este foro internacional.

El avance en esta gestión alcanzó un punto culminante después de la exitosa operación Chavín de Huántar en 1997, un hito significativo que atrajo la atención y reconocimiento mundial, y mostró la capacidad del gobierno peruano para enfrentar el terrorismo y garantizar la seguridad interna.

Este triunfo no solo fortaleció la imagen del gobierno de Fujimori, sino que le abrió puertas en el ámbito diplomático. En el marco de esta operación y el impacto positivo que tuvo en la estabilidad del país, el primer ministro japonés reafirmó su respaldo a la solicitud de Perú para unirse a APEC, expresando su apoyo a Fujimori en una reunión en Toronto, Canadá.

Finalmente, en 1998, tras años de insistencia y perseverancia, Perú logró convertirse en miembro pleno del APEC. Este logro no fue solo una victoria para Fujimori, sino un paso trascendental para el país, ya que representaba una oportunidad de desarrollo económico y la posibilidad de acceder a nuevos mercados y colaboraciones estratégicas con las economías más pujantes de Asia y el Pacífico.

Desde entonces, la membresía de Perú en APEC ha facilitado el crecimiento del comercio exterior, la inversión extranjera y el intercambio de conocimientos y tecnología, factores que han sido esenciales para el desarrollo económico del país.

En retrospectiva, el ingreso de Perú al APEC se ha convertido en uno de los logros más recordados del gobierno de Alberto Fujimori.

Hoy, este foro sigue siendo un pilar importante en la política exterior y económica del Perú, permitiendo al país no solo beneficiarse de la integración con potencias de Asia-Pacífico, sino también mantener una influencia activa en el desarrollo regional.

Así, el legado de Fujimori en la inserción de Perú en el APEC se recuerda como una estrategia que trascendió las dificultades del momento, consolidándose como un avance significativo en la política económica y exterior del país, una herencia que continúa vigente y que sigue beneficiando a las futuras generaciones de peruanos