Mira el doloroso final para Jaime Bayly

El periodista peruano Jaime Bayly se presentó recientemente en un video en su canal de YouTube, tratando de ocultar su evidente desilusión luego de que su candidata preferida, Kamala Harris, y su partido no lograran el ansiado triunfo en las elecciones de Estados Unidos.

Su rostro demacrado y su tono apenas disimulado no pudieron ocultar la tristeza que lo embargaba, aunque él intentó, una y otra vez, hacer creer a su audiencia que el resultado electoral no le importaba.

Pero los espectadores recordarán que Jaime Bayly no siempre mostró esta indiferencia hacia la política que ahora quiere aparentar. De hecho, días antes de los comicios, el escritor y conductor fue claro en manifestar su apoyo por Harris.

En su programa, proclamó que no votaría por Donald Trump, a quien describió como “grotesco” y “esperpéntico”, añadiendo que “no posee las aptitudes morales e intelectuales para ser presidente“. Con palabras contundentes, señaló que Trump le parecía “un caudillo autoritario“, alguien que representaba el liderazgo de una “secta de fanáticos”, y afirmó que jamás apoyaría a un candidato así.

Con esta declaración abierta, Bayly no dejó lugar a dudas: su voto y el de su familia irían para Kamala Harris. Sin embargo, tras la derrota de su candidata, Bayly ha adoptado un tono muy diferente. En su último video, con una sonrisa nerviosa y el semblante cansado, intentó hacer pasar su decepción por indiferencia. “¿Que ganó Trump? Bueno, yo ya lo había anticipado“, comentó, tratando de minimizar la importancia que él mismo le había dado a las elecciones días antes.

“Estoy tranquilo, estoy contento“, insistía Bayly en el video, repitiendo con insistencia que su felicidad no dependía de los políticos. A pesar de estas afirmaciones, su tono casi resignado y la mirada perdida en momentos del video parecían indicar otra cosa. “Estoy optimista, aunque ganó Trump, pero mi felicidad no depende de la política”, reiteraba, mientras lanzaba una advertencia cargada de sarcasmo: “¿Debemos mudarnos a Canadá porque Trump se va a convertir en dictador vitalicio?”. Era evidente que, detrás de esta aparente tranquilidad, se escondía un desencanto profundo.

La actuación de Bayly en este video generó tanto asombro como curiosidad entre sus seguidores, quienes no pudieron evitar preguntarse si el periodista estaba realmente “contento” o si simplemente trataba de salvar su orgullo. Durante toda la transmisión, Bayly intentó mostrarse relajado, pero la falta de entusiasmo y la forzada repetición de frases optimistas hicieron evidente que su ánimo no era tan ligero como quería hacer parecer.

Finalmente, Bayly cerró el video con una reflexión sobre la importancia de no depender de los políticos para encontrar la felicidad. “Mi felicidad es una lenta y sigilosa construcción individual… no debemos cifrar nuestra felicidad en la política, ni en los políticos de turno”, expresó, como si intentara convencerse a sí mismo de que la derrota de su candidata no era motivo de tristeza.

Sin embargo, sus palabras parecían contradecir el sentimiento que, inevitablemente, se reflejaba en su semblante: el periodista, que tanto había apostado por un cambio en la política estadounidense, ahora debía resignarse a una realidad que no era la que él esperaba.