La decision mas dificil de su vida que tomara Bayly
Jaime Bayly se enfrenta a una de las decisiones más trascendentales de su vida: dejar atrás su hogar en Estados Unidos y mudarse a Canadá. Indignado por la actitud arrogante de Donald Trump hacia países aliados como Canadá, Panamá y Dinamarca, el reconocido periodista y escritor ha dejado en claro su repudio hacia la política exterior del expresidente estadounidense.
Pero lo que más lo desconcierta es la actitud conciliadora de Trump hacia regímenes dictatoriales como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Ante esta encrucijada, Bayly sueña con un nuevo comienzo en un país que respeta y admira. Sin embargo, su esposa e hija no comparten su entusiasmo, convirtiendo su anhelo en un verdadero dilema.
El autor de «El hombre que inventó Manhattan» ha confesado su fascinación por la calidad de vida en ciudades como Vancouver y Montreal, destinos que considera ideales para empezar de nuevo.
Recuerda con emoción los momentos felices que vivió en Whistler, la espectacular zona montañosa de Columbia Británica, donde disfrutó de la naturaleza en compañía de su familia y su perro. Pero la nostalgia no es suficiente para dar el gran paso, ya que sus compromisos familiares y laborales lo atan a su actual residencia.
Mientras Bayly debate su futuro, Estados Unidos vive una sacudida política sin precedentes. La propuesta del gobierno de Trump, en alianza con el magnate Elon Musk, de ofrecer incentivos económicos a empleados públicos para que renuncien voluntariamente ha generado un auténtico terremoto en Washington.
Según el escritor, cerca de 40,000 empleados ya han aceptado la oferta, lo que refleja el nivel de incertidumbre y desencanto que se vive en la administración estadounidense.
Entre los posibles beneficiarios de este plan se encuentran diplomáticos y agentes de la CIA, lo que ha llevado a Bayly a lanzar una de sus irónicas reflexiones: “Si yo fuera un agente de la CIA, evaluaría seriamente la oferta, cobraría mi dinero y me marcharía a Canadá para disfrutar de un retiro financiado por el propio gobierno estadounidense”.
Las declaraciones de Bayly han sacudido a sus seguidores, quienes ahora se preguntan si el periodista realmente tomará la drástica decisión de mudarse al norte. Mientras tanto, su desilusión con la política de Trump no hace más que aumentar. Su monólogo cargado de sarcasmo y frustración refleja su desesperanza ante el rumbo que ha tomado la nación que lo acogió durante tantos años.
¿Se atreverá Bayly a desafiar su destino y empezar de cero en Canadá, o su mudanza quedará solo en una fantasía inalcanzable? La incertidumbre lo consume, y con cada nueva revelación política, su deseo de escapar cobra más fuerza.
La gran pregunta sigue en el aire: ¿será este el fin del capítulo estadounidense de Jaime Bayly?
