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Indignante lo que le hizo Beto Ortiz a Claudia Toro

En un reciente episodio que ha desatado controversia en los medios, el periodista Beto Ortiz lanzó un feroz ataque contra su exreportera Claudia Toro, a quien acusó de manera directa y sin reservas de haber inventado un supuesto atentado contra su vivienda.

Según Ortiz, Toro estaría utilizando este incidente como una estrategia mediática para atraer la atención en un momento delicado, coincidiendo con las declaraciones del general Arriola en su programa. Además, el presentador sugirió que ella había colaborado con el general en la preparación de una entrevista complicada, lo que ha dejado un manto de sospecha sobre su profesionalismo.

Durante su intervención, Ortiz señaló: “Claudia Toro siempre se las arregla para estar en el ojo de la tormenta, para estar en la noticia. Y hoy, por supuesto, no podía ser la excepción, porque ella no se puede perder ningún evento. Entonces, hoy salió a denunciar que su casa había sido objeto de un ataque, que delincuentes habían ingresado y no sé qué más. Pone ahí: ‘Grave denuncia, atención, alertas, sirenas, círculos’, justamente cuando todo el mundo estaba hablando del general Arriola anoche en este programa.”

Estas palabras no solo cuestionan la veracidad de la denuncia de Toro, sino que además insinúan que todo fue una maniobra orquestada para desviar la atención pública. Beto Ortiz fue aún más lejos, asegurando que Toro habría brindado asistencia al general Arriola durante una entrevista que se tornó incómoda para este último, sugiriendo que fue un apoyo encubierto más que una confrontación genuina. “Me dicen mis fuentes que, dentro de los múltiples trabajos que tiene la amiga Toro, está el de echarle una manito a los generales en apuros. Y entonces, me dicen que el general Arriola recibió, digamos, un media training en vivo, mirando constantemente su teléfono celular”, expresó Ortiz.

Lo que resulta aún más grave es el ataque personal de Ortiz hacia Toro, describiendo su carrera como una “decepción”. El periodista calificó a su excolega como una persona «fascinada por el poder», quien se ha distanciado de los principios éticos del periodismo para favorecer a figuras políticas y autoridades que debería estar fiscalizando. Ortiz continuó diciendo: “Qué triste papel, qué patético final de una periodista de investigación, pasar del programa más sintonizado a un canal de 200 vistas, que no le da ni para el quaker, y que tiene que ponerse a asesorar a los políticos y a las autoridades, a quienes debería fiscalizar y no sobar.”

Este comentario no solo ataca la credibilidad de Toro como periodista, sino que también implica que ha perdido relevancia en los medios y que ha tenido que recurrir a trabajos en los que, según Ortiz, ayuda a funcionarios a evadir acusaciones de corrupción. Esta afirmación es sumamente grave, ya que acusa a Toro de haber abandonado su rol crítico y fiscalizador, transformándose en una colaboradora de los mismos personajes que deberían ser el objeto de sus investigaciones.

Las declaraciones de Ortiz, cargadas de sarcasmo y desprecio, parecen estar motivadas por una evidente animosidad personal, lo que ha suscitado la interpretación de que estas acusaciones no son más que una venganza disfrazada de crítica profesional. El trasfondo de esta disputa puede encontrarse en las tensiones que se generaron entre ambos periodistas tras la salida de Toro del programa de Ortiz, lo que podría haber exacerbado las rencillas personales.

Por su parte, Claudia Toro aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las declaraciones de Ortiz, pero se espera que responda a estas graves acusaciones, que no solo afectan su imagen pública, sino que también ponen en duda su integridad profesional.

 

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