Confirmado lo de Vladimiro Montesinos
El nombre de Vladimiro Montesinos vuelve a sacudir el escenario político peruano. A pesar de cumplir una condena de 25 años en la Base Naval del Callao, el exasesor de Alberto Fujimori ha generado un terremoto mediático tras abrir una cuenta en TikTok bajo el usuario «vladimiro.montesi3».
Su presencia en la plataforma desató una avalancha de reacciones en distintos sectores políticos y sociales, con teorías que van desde una estrategia de comunicación hasta un maquiavélico intento de regresar al poder.
En sus publicaciones, Montesinos comparte momentos de su turbulento pasado, reviviendo imágenes de su participación en el rescate de la residencia del embajador de Japón en 1997, así como fragmentos de sus audiencias judiciales.
Pero el verdadero escándalo estalló cuando se confirmó su afiliación al partido ‘Por amor al Perú’, una agrupación que, aunque todavía no cuenta con inscripción oficial, ya ha planteado la posibilidad de lanzarlo como candidato a la Presidencia en las Elecciones Generales de 2026.
¿Podría realmente Montesinos postular y liderar nuevamente los destinos del país? La respuesta es clara y contundente:
¡NO! El especialista en temas electorales, José Tello, ha sido tajante al afirmar que el exasesor fujimorista está completamente impedido de postular a cualquier cargo de elección popular. Su condena efectiva y los múltiples procesos judiciales que aún enfrenta lo colocan fuera de cualquier posibilidad de regresar a la arena política.
Sin embargo, lo que enciende aún más la polémica es el detalle de su posible liberación. Se estima que Montesinos podría quedar en libertad en junio de 2026, lo que para algunos avivó la teoría de una postulación a última hora.
Pero aquí es donde entra la Constitución: según el artículo 33, cualquier persona sentenciada por condena efectiva queda inhabilitada para ejercer derechos políticos.
Y por si fuera poco, la modificación del artículo 34 y 39 refuerza esta restricción, asegurando que, incluso con una sentencia en primera instancia, cualquier aspiración política se esfuma.
A pesar de las evidencias legales, su irrupción en redes sociales y su afiliación a ‘Por amor al Perú’ han sido interpretadas como una estrategia para medir la temperatura política y ver hasta dónde llega su influencia en la actualidad. No es casualidad que Montesinos, quien durante años movió los hilos del poder desde las sombras, intente ahora revivir su figura en el imaginario colectivo.
Pero la pregunta que realmente debe hacerse el Perú es: ¿Quién está detrás de esta jugada? ¿Es solo Montesinos o hay grupos de poder interesados en reinsertarlo en la política? La historia ha demostrado que este personaje nunca da un paso en falso sin un plan cuidadosamente elaborado.
Su presencia en TikTok podría ser solo la punta del iceberg de un movimiento mucho más complejo y oscuro.
Mientras tanto, Montesinos sigue enfrentando otros procesos judiciales, entre ellos el infame caso ‘Sobres bomba’, lo que hace aún más improbable cualquier intento de regresar a la vida pública.
Sin embargo, su nombre sigue siendo una bomba de tiempo en la política peruana. La posibilidad de verlo en la boleta electoral de 2026 es inexistente, pero su capacidad de influir en el panorama político no debe ser subestimada.
El país debe mantenerse alerta. Vladimiro Montesinos no es un personaje cualquiera, y aunque la ley le impida regresar a la política, su sombra aún se cierne sobre el futuro del Perú. ¡El tiempo dirá si esta es solo una maniobra desesperada o el preludio de algo mucho más grande!