POLITICA

Asi fue repudiada Veronika Mendoza por hacerse La Viva

La política peruana sigue siendo un escenario de escándalos que jamás dejan de sorprender. Esta vez, la líder del partido Nuevo Perú, Verónika Mendoza, quien ha sido acusada repetidamente de oportunismo político, vivió un bochornoso rechazo en Cusco, cuando intentó aprovecharse de las protestas que se viven en todo el país debido a la creciente inseguridad.

Lo que parecía una táctica para posicionarse de cara a las elecciones terminó convirtiéndose en una humillación pública que la dejó expuesta frente a su propio pueblo.

El pasado miércoles 13 de noviembre, Mendoza, en un intento por sumarse al paro nacional, fue rechazada por los propios manifestantes, quienes no dudaron en llamarla “aprovechada”. Al acercarse a los pobladores de Limacpampa, la excandidata presidencial fue recibida con recriminaciones que dejaron en evidencia su falta de autenticidad. Mientras ella, en su acostumbrado tono de victimismo, intentaba desmentir las acusaciones diciendo que “no los van a asustar” y que estaba allí para respaldar al “pueblo”, una indignada ciudadana la confrontó de frente.

“Es una oportunista esa candidata. Cuando el pueblo ha salido a la lucha, ella nunca ha apoyado. Ella dice que sí está con el pueblo, cuando todo eso es mentira. Es una oportunista. Se está aprovechando de que hemos venido a manifestarnos, a eso viene. Ni siquiera ha luchado por los presos que están en la cárcel”, exclamó la mujer, visiblemente molesta, mientras los acompañantes de Mendoza intentaban alejarla, algo que no lograron. Fue un momento incómodo que quedará grabado en la memoria de todos.

Pero eso no fue todo. Otro manifestante, aún más enfadado, arremetió contra Mendoza, acusándola de ser parte de los mismos traidores que desestabilizaron al país. “Verónika ha sido golpista, una traidora. Al presidente que hemos elegido, Pedro Castillo, ¿en qué se ha convertido? En enemigo del pueblo. Cuando aparecen estas luchas, ella aparece. Nos quiere utilizar como banderas”, lanzó el hombre, con la furia de quien ve cómo una figura política intenta usurpar la lucha de los verdaderos indignados.

La respuesta de Verónika Mendoza no se hizo esperar, y, en un intento por defender su presencia, atacó a los medios de comunicación, que ya habían comenzado a difundir el rechazo público que estaba recibiendo. “Siempre he estado en las protestas. Todo ha estado tranquilo hasta que ustedes (prensa) llegaron. Informen y entrevisten a los protagonistas. Ya no voy a declarar”, dijo, visiblemente alterada por las críticas que se le vertían.

A pesar de sus intentos por justificar su participación, Mendoza no logró convencer a nadie. “Lamentablemente, ha sido víctima de un golpe de esta coalición mafiosa que gobierna para su impunidad y negociado“, añadió, refiriéndose al golpe de estado que derrocó al expresidente Pedro Castillo, al cual apoyó en su momento, pero que ahora parece ser un tema incómodo para ella.

Esta vergonzosa escena es una más en el largo historial de Verónika Mendoza, quien se ha caracterizado por aprovechar cualquier coyuntura para ganar protagonismo, sin importarle las consecuencias ni el malestar que pueda causar entre los mismos ciudadanos que asegura defender.

Los protestantes en Cusco no tuvieron reparos en mostrarle la puerta, demostrando que el pueblo ya no está dispuesto a seguir tolerando a aquellos que solo buscan su beneficio personal. ¡El pueblo ya no se deja engañar!

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